Tierra eres cuando nazco,
tierra mía cuando te canto,
tierra en la que sueño,
estiro mis brazos,
abanicos de colores,
de orilla a orilla,
entre dos voces te hablo.

Te veo en recuerdos,
eres dulce y amarga,
suave entre acordes,
áspera cuando te sientas en mi regazo.

Tierra de amores y de odios,
de llantos y partidas,
de regresos aislados.
Tierra de geografía imperfecta,
de fronteras dormidas,
de historias olvidadas.

Te busco en la distancia,
en las melancólicas noches,
donde tus días aún ríen.
Siento tus latidos
cual eco resonando en mis pulmones.
La estadía borrosa de mi recuerdo,
cuando imagino el pasado;
y me golpea el silencio de mi presente.

Tierra en la que nazco,
tierra que me hace suya,
tierra sobre la que respiro,
y sobre la que ando.
Descalza para sentir su arena,
arañarme de su gravilla,
tierra sobre la que caminar,
para seguir caminando.
Tierra de ilusiones y lamentos,
tierra sobre la que me recuesto,
desde otro paraje,
entrelazo espirales de sueños.
Acariciando el susurro de sus atardeceres,
cuando los míos ya han pasado.

A veces te vas de mi rostro,
y olvido que sigues existiendo.
Perdona tierra que me distraiga,
y obvie tus sentidos.
Siempre te tengo cerca,
y no puedo mentirte,
aunque prófuga de ti en ocasiones me sienta.
Sé que algún día me recompensarás,
devolviéndome mi siembra.

Tierra eres cuando nazco,
Tierra fuiste antes de nacer,
y cuando muera,
guárdame en tus entrañas,
y bebe de mí todo mi ser,
para formar parte del brote de tus caderas,
aunque mis ojos ya no te puedan ver.