Reyes Aguilar: «Escribo para soñar; ése es el mayor precio»


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Con una larga trayectoria literaria en los blogs y una fuerza extrema en sus contenidos, Reyes Aguilar Caro presenta ‘El juego del hombre invisible’, Premio Blogosur 2011.

El pasado viernes salí de casa, como siempre tarde, para encontrarme con Reyes Aguilar en un rinconcito de la Alameda y hablar sobre su próspera y primeriza publicación que, por otro lado, ha conseguido llenar mis últimas noches de reflexión, sentimiento e incluso conmoción.

‘El juego del hombre invisible‘ es una reivindicación a las mujeres, mujeres que son amas de casa, trabajadoras, esposas, madres, cuñadas y aún tienen tiempo para salir con sus amigas, cotillear en la frutería o pasear en una tarde de lluvia.

Elvira es una de esas mujeres que anda perdida entre las vidas de los que se encargan de despojarla de la suya propia. Le gusta escribir y se refugia mediante un pseudónimo en el blog como esperanza para evadirse de su mundo y su rutina. Allí se encuentra con otros blogueros con los que comparte sensaciones, opiniones, gustos, algunos bajo un denominador común, Sevilla, y la necesidad de sentirse acompaños bajo ese anonimato.

La entrada sobre una canción del grupo Triana, eje de la historia, inicia en su vida el cambio que sin darse cuenta necesita. Despierta entonces el interés en un bloguero madrileño, un ejecutivo triste y de sensaciones grises que llegará a lo más hondo de Elvira, su propio ser.

Gracias a la empresa de mensajería que presta servicio a ambos, y a la complicidad de Pepe “el mensajero”, se afianza una mágica, intensa y hasta incomprensible relación con “el hombre invisible”. Los intercambios, que comienzan a basase en cartas manuscritas, acaban por la necesidad de ambos de acabar con la soledad y huir hacia esa búsqueda de esperanza acompañada por textos de Diekens, Benedetti o Auster. Hasta que una luminosa mañana alguien la enfrenta con su realidad; había llegado la hora de ser la escritora que contaría la historia de ‘El hombre invisible’.

Sin duda, una gran obra de actualidad que te sumerge de principio a fin y juega con la metáfora de la vida, un retorno a la inocencia pero con madurez y sueños perdidos. Con un magnífico escenario como es Sevilla y alusión a grandes músicos, actores, escritores…

‘El hombre invisible’ es la voz interior que todos deberíamos llevar con nosotros mismos, la que a veces grita por salir ante un maremoto de conformismo, rutina y desgaste. La voz que lucha por la búsqueda de lo que somos, lo que hemos sido o lo que queremos ser.

Reyes Aguilar comenzó su blog en 2006 (www.damadesevillanonombre.blogspot.com) y desde entonces no ha dejado de publicar en los foros sus opiniones, sentimientos, pensamientos… Le ha permitido ponerse en contacto con más personas que sentían su misma necesidad y a raíz de ese camino que ya se escribe solo, la escritora nos sorprende con la publicación de ‘El juego del hombre invisible’, no sin más añadir que tiene en mente nuevos proyectos. Breves relatos que no son más que el reflejo de sensaciones de mujeres que viven y que, por ello, tienen una historia que contar.

Coloquio con Reyes Aguilar Caro.

Paula Romero. ¿Qué le llevó a escribir en los blogs, y posteriormente ‘El juego del hombre invisible’?

Lo que me llevó a crear el blog es la necesidad de contar cosas y darle rienda suelta a todo lo que siento. Aparte, el blog te da una gran opción ya que lo puedes hacer anónimamente, jugaba con ello a mi favor; el anonimato y el poder expresar libremente todo aquello que sentía. Desde ahí todo lo demás ha ido surgiendo sobre la marcha. He conocido muchos blogueros, he visto la soledad y he compartido muchas historias. Ése fue el germen que me llevó a contar la de Elvira con el “hombre invisible”.

Escribir es el reflejo de una necesidad que tenemos de expresarnos y, también, de darnos cuenta de lo poco que nos escuchamos los unos a los otros. Por ello hay veces que es mejor estar detrás de un anonimato que cara a cara, donde puede vencer la timidez. Escribir sobre un anonimato me da una libertad que no obtengo de otra manera.

P.R. ¿Cuánto de Elvira hay en Reyes?

Hay mucho, la cotidianidad, el ser ama de casa, trabajar dentro y trabajar fuera, sentirte con la necesidad de salir de casa… Es como si la verdadera mujer que encierra Elvira es Reyes. Esa necesidad que tiene de buscar su propia libertad a través de la escritura, de la lectura, de los paseos o de la radio… Eso es mío. Elvira tuvo mucho más valor que Reyes. A mí no me ha pasado lo que ella, eso ha sido propia imaginación, pero lo que es la sensación de soledad y de tristeza viviendo entre tanta gente y que tanta gente dependa de ti, eso sí lo tiene Reyes, es real.

P.R. ¿Podría decirse que ha creado una máscara llamada Elvira?

La máscara es más la ‘Reina de la Morería’,  esa es la máscara que tiene Reyes y que tiene Elvira, pero al fin y al cabo en Elvira hay mucha gente que puede sentirse identificada.

P.R. En su libro nos habla de “saltar obstáculos”. ¿Cree que aprendemos tarde a saltarlos?

Aprendemos tarde a asaltar, porque cuando nos queremos dar cuenta, ya es tarde. Si todos supiéramos cual es el momento idóneo de saltar un obstáculo no habría ningún problema, lo que ocurre es que lo verdaderamente importante es encontrar el momento y saltarlos, es decir, darte cuenta por ti misma de que tienes un obstáculo que tienes que saltar y no quedarte atrás.

P.R. Una curiosidad con respecto al personaje de Miguel (Frank Sinatra): ¿Es ese hombre invisible la forma que tiene Elvira de encontrarse a sí misma, encontrar la esperanza que le permita saltar obstáculos, o realmente hubo amor entre ambos?

No, de hecho a Miguel le doy muy poco protagonismo, a la vez que mucho, porque tan solo aparece al final con una breve descripción. El hombre invisible es lo que hace que ella se encuentre consigo misma. Si hubiese habido un romance hubiese sido tópico y no hubiera sido la historia que yo quería contar. Cada uno que le dé el final que necesite, pero para mí el final era que ella se quisiera a sí mismo y que prescindiera de todo aquello que la arrastra. Si se hubiese ido con Miguel a Madrid hubiera sido otra historia, hubiese sido de amor.

Por ejemplo, haciendo referencias literarias, para escribir ‘Cien años de soledad’ García Márquez tuvo que tener un abuelo como el que tuvo y para escribir ‘Pantaleón y las visitadoras’ de Mario Vargas Llosa tuvo que tener las ideas políticas que tenía. Por tanto, yo no podría haber escrito la historia de ‘El juego del hombre invisible’ sin tener al menos, un hombre invisible o al menos, imaginarlo y “hasta aquí puedo leer”, como decía Mayra.

P.R. Elvira es una mujer que por las circunstancias de su vida, abandonó su sueño para acabar sumida en la rutina y el conformismo. ¿Cree que en gran medida ése es el reflejo actual de nuestra sociedad?

Hay muchas mujeres en las que su vida se limita a su casa, sus hijos, su marido y es totalmente respetable, aunque yo no me encasillo dentro de ese grupo. No digo que todas tengan que leer un libro, ni ir en bicicleta, ni escuchar la cadena Ser, pero a mí me resulta muy triste las limitaciones que tiene esa vida. Es igualmente respetable, pero es una pena porque las mujeres deben tener otro tipo de enriquecimiento. No puedo pretender que todo el mundo comulgue con mi forma de pensar, pero yo por ejemplo, necesito mucha libertad para ser feliz.

Al estilo de Reyes, esta novela es la mujer reivindicadora que yo soy, todavía me falta algo para conseguir más, pero los obstáculos que he saltado durante mi vida hacen que me sienta totalmente feliz y tranquila.

P.R. Acerca de las redes sociales: En su libro muestra dos visiones diferentes y complejas sobre la red social; por un lado la de una niña de 17 años que la usa de manera abusiva y superficial, y por otro lado, la de Elvira que casi dobla la edad y busca en ese medio una vía de escape y evasión. Pero, ¿cuál es la suya propia?

Recuerdo que con esa edad, a mí lo que más me gustaba era bajar a la calle. Soy una persona tremendamente sociable, pero el mejor lugar es cara a cara, riéndote, mirando a los ojos y escuchando a las personas. Entonces lo que a mí me echa para atrás es que solo se utilice las redes sociales para hablar, para cerrar negocios, para ir de viaje… Sé que es un adelanto en las telecomunicaciones, pero para el tú a tú estoy totalmente en contra.

P.R. ¿Cree que esos portales cibernéticos acrecientan “nuestra propia República Independiente”?

Cuando lanzas un comentario en internet te puedes encontrar de todo, tanto elogios como críticas. Es nuestro propio “coto privado”.

Los jóvenes ya no leen, no salen a un banco a comer pipas y hablar con sus amigos, ahora es preferible quedarse en casa conectado a una red. Yo no sé hasta qué punto es esto positivo, pero sí sé que se está perdiendo el cara a cara.

La red puede estar entre tus prioridades, pero no se trata de dedicarle tu vida. Y luego, si no tienes el ordenador pues tienes los móviles con wifi, entonces estamos un poco perdidos, pero creo que ese el precio que hay que pagar por tener tantas innovaciones tecnológicas. Ahora se escuchan típicas frases como: “Hemos cortado por el facebook, o me ha pedido salir por el facebook, o por el tuenti”. ¿Dónde queda el gusanillo?, todo eso se está perdiendo.

P.R. Tanto en su blog como en su libro se muestra ser una fiel sevillana muy arraigada a su tierra además de una soñadora sanluqueña ¿Ha pensado desarrollar otra historia en otro contexto?

Sevilla es inevitable, yo lo llevo en el código del ADN, pero soy una sevillana que no comulga para nada con el perfil establecido. Sevilla me apasiona, es mi tierra y yo me siento identificada con ella. No me gusta la feria ni tampoco la cerveza, pero sí me siento bien en mi entorno que es el centro de Sevilla, donde comienza mi mundo y mi inspiración. Es donde me pasan cosas y donde creo historias que luego llevo al blog.

P.R. ¿No piensa que quizás el hecho de reducirlo al ámbito sevillano pueda influir en un público más minoritario de lectores?

Puede ser, pero es un riesgo entre comillas, si te gusta leer por qué no vas a hacerlo. Soy muy aficionada a la lectura, he leído mucho a Murakami y la mayoría de sus novelas están desarrollas en Japón, o Auster en las que casi todas están ambientadas en Manhattan o Brooklyn. No comulgo con el americano, pero con el que me describe Paul Auster sí me siento identificada. ¿Por qué no va a entender un francés o un bilbaíno una historia desarrollada en Sevilla? Cuando Adelaida García escribió ‘El sur’ en ella implícitamente se hablaba de Sevilla y, sin embargo, no hace ningún tipo de referencia pero se sabe que el paraíso con el que sueña, es Sevilla.

P. R. Durante una escena del libro, Elvira se sienta en una cafetería y junto a la taza de café le traen un sobre de azúcar en el que se lee una frase de Rosalía Castro “es feliz el que soñando muere. Desgraciado el que muere sin soñar” ¿Piensa que los escritores mediáticos y un tanto mecanicista en el trabajo, han dejado de soñar a la hora de crear?

Los escritores bueno no, los escritores que venden sí. Escriben porque tienen que vender. Hay libros como ‘Los hombres que no amaban a las mujeres’ o ‘Los pilares de la tierra’ que a mí no me dicen nada, esa lectura no me conmueve. Sin embargo, leí hace poco un relato de Chejov llamada ‘Correr’ y eso son relatos que te transmiten sensaciones, son esos escritores como Paul Auster que nunca dejaron de soñar. Yo escribo para soñar y para que una persona me lea y le guste lo que escribo. Ese es el mayor precio. No voy a dejar mi trabajo por la literatura pero indudablemente pienso seguir soñando y escribiendo lo que pienso. Esa es la mayor satisfacción y la mayor libertad.

Primera entrevista realizada para un medio: SevillaActualidad (26 de marzo de 2011)

Reyes Aguilar respondió en su blog tras leer la entrevista: damadesevilla

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